En el siglo XVI se fundó, en la comunidad de Engombe, lo que
es una de las más importantes reliquias de América. De lo que una vez llegó a
ser un poderoso ingenio, sólo quedan los recuerdos en las denominadas “Ruinas
de Engombe” plasmadas en sus cuatro edificaciones: la Casona o Palacio, la
Iglesia, el Galpón o Almacén y el Trapiche.
Estamos hablando del primer ingenio azucareno del continente!
Las Ruinas de Engombe
una una edificación única del siglo XVI orman parte de las riquezas
arquitectónicas de la República Dominicana y son consideradas Monumento
Nacional y Patrimonio de la Humanidad por las Naciones Unidas
Ubicado en la zona Oeste de la ciudad capital o Santo
Domingo Oeste se encuentran los predios del PARQUE MIRADOR DEL OESTE que fueron
declarados como área protegida en 1993, mediante el decreto 183-93 del
presidente Joaquín Balaguer, que ordenaba la creación de un cinturón verde que
rodeara el entorno urbano de la ciudad de Santo Domingo.
Dada su relevancia, el 20 de marzo del 2002, esta parte que
discurre sobre el Río Haina, entre el puerto del mismo nombre y la planta de
tratamiento de agua potable de Manoguayabo, fue declarada Parque Mirador del
Oeste, por el entonces presidente Hipólito Mejía, y las Ruinas de Engombe son
uno de sus mayores atractivos.
Este parque posee una superficie de 4.5 kilómetros cuadrados
y para su gestión, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales lo ha
dividido en tres senderos, Palacio o Ruina de Engombe-Autopista 6 de Noviembre;
La Cañadita, provincia Santo Domingo y Haina-Manoguayabo, provincia San
Cristóbal. El parque forma parte del
Cinturón Verde y protege los cursos de agua del río Haina, conserva humedales,
bosques de galerías originales y hábitats especiales que sirven de refugio a
las aves acuáticas migratorias y a otras especies de gran valor, así como a las
ruinas históricas del Palacio de Engombe y de Palavé.
Desde el 2009, el Ministerio de Medio Ambiente tiene bajo su
tutela el cuidado del parque y desde entonces realiza un inventario de la flora
y la fauna por cada uno de los senderos para saber cuáles especies se
encuentran en ellos.
El antiguo Palacio de
Engombe es una estructura colonial del siglo XVI, cuando se fundó el ingenio
Santa Ana, primero en el contienente americano. El Ingenio de Santa Ana era uno
de los más poderosos de la época colonial, que posteriormente pasó a llamarse
Engombe, nombre que fue tomado de una tribu Bantú del Congo, “Ngombe”. Fue
fundado por Pedro Vásquez de Mella y Esteban Justinián, mercader genovés, en la
ribera del río Haina.
Sin lugar a duda, esta parte donde están las ruinas del
Ingenio- constituye la reserva histórica más importante de la comunidad, debido
al conjunto de edificaciones que posee, formada por cuatro estructuras básicas,
que son: la Casona o Palacio, la Iglesia, el Galpón o Almacén, que se usaba
para esclavos y al fondo, el Trapiche.
El palacio es de dos niveles y aun conserva su estilo
señorial. Perdió sus escaleras pero aun conserva su aire galán que demuestra el
modo de vida característica de la época colonial.
Santa Ana es el primer nombre de la pequeña Iglesia, erigida
a la izquierda del palacio, es un templo de un solo nivel, su techo es de dos
vertientes convirtiéndose en una media cúpula en la parte que corresponde al
altar.
El campanario de la capilla presenta una de las mayores
fortalezas de la edificación, ya que según los expertos, es el contrafuerte de
la edificación, junto a la sacristía, contrarrestando la carga arquitectónica
del semiarco de la bóveda.
El galpón, que según se cuenta era un almacén de
comestibles, no ha sido reestructurado. Sólo un deformado círculo de apretadas
piedras lo forman.
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